Preparación de la Superficie de Trabajo: Enharina ligeramente la superficie de trabajo con sémola de trigo duro refinada o harina de trigo duro. Esto evitará que la masa se pegue.
Estirado Inicial: Coloca la bola de masa sobre la superficie de trabajo enharinada. Comienza a estirarla con un rodillo, partiendo del centro y procediendo hacia los bordes. Gira la masa de vez en cuando para estirarla de manera uniforme.
Grosor Uniforme: Intenta mantener un grosor uniforme de aproximadamente 2-3 milímetros.
Bordes Finos: Estira los bordes de la masa para que sean tan finos como el resto de la superficie. Esto contribuirá a crear la característica crujiente de la pizza romana.
Transferencia a la Bandeja: Una vez estirada la masa, transfiérela con cuidado a la bandeja ligeramente aceitada. Si la masa es demasiado grande para la bandeja, puedes doblar ligeramente los bordes.”En caso de que la masa se recoja, permítele un corto reposo antes de volver a extenderla.”
Consejos Adicionales para un Estirado Perfecto
- Rodillo: Utiliza un rodillo de madera o de mármol. Evita los rodillos de plástico, que pueden pegarse a la masa.
- Presión Uniforme: Aplica una presión uniforme con el rodillo para estirar la masa de manera homogénea.
- Movimientos Delicados: Evita rasgar la masa. Si se forman agujeros, puedes cerrarlos suavemente con los dedos.
- Reposo de la Masa: Si la masa es demasiado elástica y se retrae, déjala reposar durante unos minutos. El gluten se relajará y será más fácil estirarla.
- Temperatura de la Masa: La masa a temperatura ambiente es más fácil de estirar que la masa fría.
- Bandeja: La bandeja ideal para la pizza romana es una bandeja de metal delgada. Evita las bandejas antiadherentes, que pueden impedir la formación de la crujiente.
Siguiendo estos consejos, podrás estirar la masa para la pizza romana de manera fácil y rápida, obteniendo una base fina y crujiente.